Daniel Cuevas: «El consumidor debe saber que hay alternativas al cigarrillo tradicional menos nocivas»
"Hay productos, con perfiles de riesgo diferentes, que tienen que ser regulados de modo distinto y proporcional"
Philip Morris apuesta por una regulación y una fiscalidad ligada al riesgo para la salud
Philip Morris apuesta por el tabaco calentado con la apertura de su sexta tienda en Valencia
Recién aterrizado en Madrid y con poco más de dos semanas a cargo de España, Andorra y Portugal , el nuevo director general de Philip Morris Spain llega con un reto ambicioso: transformar la transición de los fumadores hacia el nuevo tabaco calentado, cuyos efectos son un 95% menos perjudiciales que el cigarrillo convencional. Experiencia no le falta. Daniel Cuevas ha liderado esa misma transición del modelo de consumo (y de negocio) en mercados como Rumanía o Italia, donde la penetración del nuevo sistema desarrollado por la firma alcanza cuotas de mercado muy superiores a la española.
El máximo responsable de la compañía española considera que falta información al consumidor sobre las alternativas al tabaco convencional y que la fiscalidad de los productos debería ser fijada en función de su riesgo sobre la salud. Así lo cuenta al atender a OKDIARIO.
PREGUNTA.- Tras dos semanas como nuevo director general de Philip Morris Spain, ¿por qué cree que hay confusión todavía en nuestro país entre el cigarrillo convencional y el tabaco calentado?
RESPUESTA.- Yo creo que no se entienden los beneficios de uno respecto al otro. No se entiende bien. La mayoría de los problemas asociados al cigarrillo convencional vienen derivados de la combustión. Encender un cigarrillo genera la mayoría de los componentes nocivos, o potencialmente nocivos, que se inhalan. Por tanto, cuando se elimina esa combustión, el producto reduce de una manera muy significativa su perfil de riesgo. Esto no se conoce bien, aunque tampoco hay un debate y un diálogo sobre este tipo de temas entre los distintos grupos de interés, las administraciones, los medios de comunicación. O sea, hay mucho por hacer.
P.- ¿Han iniciado ya conversaciones con las administraciones para que se inicie ese diálogo del que habla, por ejemplo, sobre el producto estrella de su compañía, el Iqos?
R.- Nosotros siempre estamos abiertos al diálogo con todas las administraciones. Intentamos explicar siempre nuestro punto de vista y compartir toda nuestra ciencia y todas nuestras evidencias científicas. Y seguimos trabajando en ello. Yo acabo de llegar, llevo una semana. Esta es mi segunda semana en el puesto, pero le aseguro mi total compromiso y voluntad de generar ese diálogo, continuarlo y abundarlo en la medida de lo posible.
P.- Ustedes hablan del ‘derecho a la información’, ¿a qué se refieren?
R.- Existen alternativas, la ciencia demuestra que los cigarrillos calentados son mejores que el cigarrillo convencional. Creemos que lo mejor que podrían hacer los fumadores adultos es dejar de fumar. Pero si no quieren dejar de fumar, deberían saber que hay alternativas sin combustión que son menos perjudiciales que el cigarrillo tradicional. Hay estudios científicos que demuestran que si no hay combustión, se reducen todas estas sustancias nocivas. El consumidor debería saber que hay alternativas y debería poder decidir si quiere usarlas como una opción mejor que su cigarrillo habitual.
P.- A pesar de estar en un sector fuertemente demonizado, Philip Morris cuenta con varios centros para ayudar a los fumadores adultos a pasarse del cigarrillo a los Iqos, ¿cómo funcionan?
R.- Pues sí, tenemos unos centros en la región de Extremadura. Se trata de un centro de información digital. Cuando un fumador compra un Iqos y se registra es contactado de manera proactiva -si antes consiente- para explicarle en detalle el producto y ayudarle en la transición al tabaco calentado. Sabemos que el hábito de fumar es un hábito muy fuerte, muy complicado de dejar; por ello usamos estos recursos y estas personas para ofrecerle un seguimiento y explicarle que si hace un esfuerzo inicial, por ejemplo, de unos diez días sin tocar un cigarrillo normal y usa sólo el Iqos, es más fácil y más probable que consiga dejarlo por completo.
P.- Tenemos 9 millones de fumadores en España, de los cuales tan sólo 300.000 utilizan su producto, es decir, que tienen todavía una cuota de mercado por delante de 8.700.000. ¿Cuándo cree que España alcanzará ese 5% de fumadores de cigarrillos tradicionales que indica la Organización Mundial de la Salud?
R.- Yo creo que eso va a ser una ecuación directa del esfuerzo que ponga toda la industria, pero también los medios de comunicación, la sociedad y las administraciones para diferenciar y clarificar a todos los fumadores la diferencia entre este tipo de productos. Hay productos alternativos al tabaco con perfiles de riesgo completamente diferentes tienen que ser tratados, regulados de modo totalmente distinto y proporcional. A mayor riesgo, mayor regulación; así debería ser. Pero, siempre, sólo para fumadores adultos; no tenemos ninguna voluntad de hablar con no fumadores. Por supuesto, lo que decimos siempre es que los fumadores deberían dejar de fumar y los no fumadores jamás empezar, pero siempre con la idea clara de que hay fumadores que quieren seguir con su hábito y deben conocer también las ventajas que tienen los productos alternativos.